Desde la década pasada hasta la actualidad el fenómeno Internet evoluciona a pasos agigantados. Hace diez años poca gente tenía un ordenador con conexión a internet y hoy en día es un bien necesario y en unos años imprescindible. De este modo, las empresas se adaptan a las nuevas tecnología y nos ofrecen nuevas herramientas.
La industria de la moda vive de su imagen, de la publicidad y apuesta firmemente por Internet como principal medio de difusión.
Los primeros pasos tienen lugar con las páginas webs donde se muestra información de la firma, detalles de sus colecciones, promociones especiales, etc. Con la llegada de las redes sociales, Facebokk y twitter principalmente, vieron la oportunidad de interactuar con el público y así, conocer de primera mano que querían sus clientes. Además, la información era mucho más rápida y dinámica.
Pero, la verdadera revolución para la industria textil llega de la mano de las tiendas online. Al principio son pocos los que apoyan la idea de crear tiendas de ropa de venta exclusiva en Internet, siendo la cadena británica Asos pionera en este aspecto en el año 2000. Aunque, los comienzos fueron duros hoy es una de las empresas de moda online que más vende en el mundo. El éxito de la cadena británica sirvió de inspiración para crear empresas del mismo perfil y que las grandes firmas que vendían a pie de calle, se atreviesen a dar el gran salto.
Topshop, American apparel o Forever 21 fueron de las primeras en sumarse a esta nueva forma de hacer negocios. Al igual que Asos, comenzaron con sitios web nacionales para luego ir ampliando su localización geográfica.
El tardío y esperado estreno de Zara en el mundo de las compras online supuso un antes y un después para la firma gallega. Consigue cambiar el concepto tradicional de comprar o mirar ropa. Es cierto que antes de su lanzamiento había otras tiendas online, pero la gran mayoría lo desconocía. Con la aparición de la tienda online de Zara, la gente comienza a estar al día de lo que hay en la tienda, sus precios, las tallas, sus novedades y todo sin moverse de su casa. Nos ofrece la opción no solo irnos de escaparates sin tan siquiera salir, si no de ver las prendas de cerca, conocer sus características, a la hora y día que queramos. Como resultado del rotundo éxito, Inditex lanza en Septiembre todas sus tiendas al mercado online. Además, poco a poco con su desarrollo comienza a incorporar nuevas aplicaciones como “Zara PEOPLE” una herramienta que permite que clientas y empresa interactúen. Consiste en la publicación de fotos de personas anónimas donde figuren prendas de la firma. Son elegidas previamente por el departamento correspondiente y cada una de ellas por ser publicada en la web recibe un cheque para gastar en Zara.
La revolución 2.0 y su espontaneidad característica no tienen la misma acogida en todos los sectores de la moda. Las empresas y firmas de lujo se muestran algo más reacias a tener presencia en, por ejemplo, redes sociales por miedo a perjudicar su imagen. Por ejemplo, el regreso de Loewe a España estaba sometido cuanto menos a secreto de sumario, ya que no querían ver imágenes de su desfile al día siguiente en los medios. En contradicción a esto, es la propia firma la que cuelga el día posterior en su página web las imágenes.
Todas estas herramientas son utilizadas tanto por empresas como por usuarios. Las empresas multiplican sus beneficios, pero los clientes descubren una forma más práctica de realizar shopping.
Comprar a golpe de click no es una predicción de futuro sino una actividad cotidiana cada vez realizada con mayor frecuencia.